viernes, 25 de enero de 2013

SABÍAS QUÉ...

Si habéis leído la saga Los hijos de la Tierra, habréis oído hablar de niños que nacen de espíritus mezclados, es decir, de la unión física entre un Neanderthal (hombre o mujer) y un Homo Sapiens (hombre o mujer). De hecho, Ayla, la protagonista, tiene un hijo, Durc, que es hijo, a su vez, de un Neanderthal (Broud, el padre de Durc, es de lo peorcito que he tenido el disgusto de leer en un libro).
Sin embargo, a pesar de todo, no existe pruebas algunas de que naciera un niño producto de la unión de Neanderthal y Homo Sapiens.
A pesar de que la autora de la saga, Jean M. Auel, ha hecho sólidos trabajos de investigación para sus libros, lo cual es de agradecer, deja volar en ese aspecto la imaginación. Si el Homo Sapiens y el Neanderthal coexistieron en el tiempo, quizás sí pudo haber un contacto más íntimo entre ellos y haber nacido un hijo fruto de esa unión.
Los estudiosos no niegan que pudiera haber un contacto sexual entre ambas especies, pero estos escarceos habrían sido rarísimos. Se ignora si dichos contactos dieron lugar a embarazos llevados a término con éxito.
De modo que niños como Durc pertenecen sólo al ámbito de la imaginación.

 Imagen de cómo habría sido un niño nacido de Homo Sapiens y de Neanderthal.

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