viernes, 24 de mayo de 2013

BERKLEY MANOR (EDITADO)

Hola a todos.
El fragmento de hoy de Berkley Manor va a ser corto, pero intenso. Espero que os guste.

                     Al día siguiente, Victoria subió al desván.
                     Quería estar sola.
                    Odiaba estar peleada con Eleanor, pero le asustaba la idea de ver la reputación de su hermana mayor en entredicho. Si Eleanor hubiera sido un hombre, todo sería distinto. Pero era una mujer.
                    Victoria se sentó en un pequeño balancín. El desván estaba lleno de juguetes con los que Toby ya no jugaba. Había baúles diseminados por doquier. Estornudó. Había mucho polvo. Victoria cogió un muñeco con el que Toby dormía cuando era un bebé.
-Nuestra institutriz también subía nuestros juguetes al desván-dijo una voz a espaldas de Victoria-Nadie sube allí a limpiar. Es una pena que estén llenos de polvo. Y es una pena saber que nadie volverá a jugar nunca más con ellos.
                    Victoria reconoció la voz de su hermana, pero siguió sentada en el balancín. Eleanor se acercó a la joven. Se puso de rodillas ante ella.
-Todos cambiamos a medida que vamos creciendo-admitió Victoria-Es muy duro de asumir. Pero es verdad.
                   Movida por un impulso, la chica abrazó con cariño a Eleanor.
-Perdóname-le dijo-Pero tengo mucho miedo.
-Todo irá bien, hermanita-le prometió Eleanor-Ya lo verás.
                     Se separaron apenas unos centímetros.
                    Victoria quería alegrarse por Eleanor, pero, en su cabeza, oía los comentarios de la gente criticándola.
-¡Os hundirán!-se asustó Victoria-No pararán hasta destruiros. La gente es muy cruel. Se ceba con aquéllos que son felices. Tengo miedo por ti.
                Eleanor entendía los temores de su hermana menor. Eran unos miedos muy parecidos a los miedos de Justin.
-No tengo ningún miedo-afirmó la joven.
                 Eleanor se había enamorado. Victoria se preguntó si conocería a alguien como Justin. Si sus ojos brillarían igual que los ojos de Eleanor cuando pensaba en el joven cochero. Sabía cuál era su deber. Pero quería amar. Quería ser amada.
-Yo también tengo sueños-dijo Victoria.
-Nadie puede vivir sin sueños-le aseguró Eleanor-Se pueden reprimir. Pero no se pueden controlar. Vicky, el matrimonio tiene que ser la unión de dos personas que se aman. Hemos crecido en un hogar infeliz. No quiero que a mis hijos les pase lo mismo.



-¿Y qué pasa con todo lo que nos han enseñado?
-¡Se puede ir al Infierno!
                Victoria se echó a reír.
                Tenía una risa nerviosa. Eleanor le cogió las manos.
-No quiero seguir peleada contigo-admitió Victoria-Y tienes derecho a ser feliz.
                  Eso era lo que Eleanor llevaba días deseando escuchar de boca de su hermana menor. Cuando, al fin, escuchó esas palabras, sintió que una gran alegría la invadía. Finalmente, Victoria aceptaba su relación con Justin.
-Quizás, nunca me enamore-aseveró la chica-Pero eso no significa que tú no tengas derecho a ser feliz. Y a enamorarte.
-¿Y quién ha dicho que no te vas a enamorar?-se inquietó Eleanor.
-No lo sé.
                     Eleanor la abrazó con cariño. Palmeó la espalda de Victoria.
-¡Por supuesto que te vas a enamorar!-le auguró-Aparecerá un joven en tu vida. Y no te importará cómo sea. Si es rico o pobre. Lucharás contra todo y contra todos con tal de estar con él. Y él te querrá mucho. Porque eres muy buena, Vicky.
                     Se separaron de nuevo apenas unos centímetros. Eleanor le acarició la mejilla con la mano. Sin duda, recordaba lo ocurrido la noche de la tormenta. Justin intentaba evitarla a toda costa. Sentía que no era digno de ella.
-No me gusta estar en este sitio-comentó Victoria-Pienso que Toby estará por aquí. Buscando algún juguete.
-Una tragedia similar sólo puede servir para dos cosas-sentenció Eleanor-O separa a las familias. O las une todavía más. Me temo que la muerte de ese pobre pequeño no ha servido de nada. Sólo ha servido para distanciar mucho a sus padres. Que no lo son.
-¿Qué quieres decir?
-No te lo puedo contar aquí.
-¡Me estás matando de curiosidad, Ellie! ¿Has oído algo acerca de los duques? ¿Qué es? ¿De qué se trata?
                 Se pusieron de pie.
-Vamos a dar un paseo-sugirió Eleanor-Hace una mañana soleada. Te contaré lo que he oído comentar entre los criados. Lady Christine dice que no les haga caso.
                 Las dos hermanas abandonaron el desván.
                 Dieron un paseo por el jardín. Daba gusto caminar por allí aquella mañana.
                 El Sol brillaba en lo alto del cielo. No se veía ni una sola nube.
                 Victoria tenía la sensación de estar en mitad de un bosque de cuento de hadas. Había muchos árboles. Y las flores todavía no habían empezado a secarse.
                 Entonces, Eleanor le contó el rumor que corría entre los miembros de la servidumbre acerca del verdadero origen de Toby. Victoria se quedó sin hablar al escuchar aquellas palabras.
-¡No puede ser cierto!-exclamó.
                    Eleanor asintió.
                    Ella tampoco quería creer aquellos rumores que circulaban sobre el pequeño Toby. Le parecían de mal gusto. Sobre todo, ahora, cuando el niño estaba muerto.
-Los únicos que deben de saber la verdad son los duques-admitió Eleanor-Y no seré yo quién hable con ellos de este tema. Bastante están sufriendo con la pérdida de Toby.
-Tienes razón, Ellie-decidió Victoria-Es mejor no comentárselo.

1 comentario:

  1. Es notable y muy cierto el efecto que tiene el amor en las personas, te hace ser mucho más valiente de lo que serías normalmente, te hace sentir todopoderoso, como si pudieras enfrentar todos los obstáculos del mundo,como si no existiera nada que no puedas vencer, tienes la seguridad de que si amas saldrás victorioso...
    No podían estar peleadas mucho tiempo estas chicas, eh? qué bonita es esta actriz que elegiste para Victoria :)
    Cuáles serán esos rumores?ya quiero saber...

    ResponderEliminar